Instruir a los niños y niñas en el camino correcto, los motiva al proceso necesario para que conozcan y practiquen los límites que les garantizarán seguridad y bienestar en su cotidianidad.
El inicio de este proceso tiene lugar en el hogar, donde padre y madre ponen los fundamentos en valores y principios cristianos que se vean reflejados en un carácter cristiano y una conducta ética y moral que honre y glorifique a Dios y sirva al hombre.
El resultado final es compartir la esperanza de vidas transformadas capaces de impactar con el ejemplo, el entorno y la sociedad en la que viven.
Tu participación cuenta.
¡Sé parte de este proceso!